Cuántas cosas han pasado. Por empezar apenas comencé esta segunda fase tuve tres resfriados seguidos con dos o tres días de descanso en el medio. El refrío es una manera de limpiarse íntegramente. Me resfrié sin ningún otro síntoma más que los mocos. Siempre que me resfriaba terminaba con mucha tos, porque era como que la flema se bajaba, y tenía problemas con la voz por tanto toser. Me hacía nebulizaciones y tomaba un jarabe expectorante. En los dos primeros resfríos me pasó lo mismo de siempre pero al tercero, una vez que se fueron los mocos, no hubo tos ni nada ¡Por primera vez en años! Me sorprendió gratamente. Luego tuve días con dolores de cabeza intensos (yo no soy de tenerlos), dolor de espalda, especialmente de cintura. He pasado dolores de los más extraños y con esto me refiero a dolores momentáneos o de un día. Así como vinieron se fueron. Fue una etapa muy cansadora en un comienzo porque me liberé de muchas pequeñas dolencias. Pero para que se fueran todas tuvieron que salir a luz para un último “baile”. Hacia el final de la etapa todo estuvo más tranquilo, aunque con bastantes molestias en el estómago. Ahora siento realmente que Soy Salud Perfecta. Cuando tengo una molestia hago una meditación, una visualización y enseguida se pasa todo, así de fácil.
En cuanto a la comida puedo decir que como mucho menos que antes, sin embargo tengo días en que pareciera que me como todo y otros en donde como muy poco. Mi cuerpo está adaptándose, está buscando el equilibrio. También me pasa que si como un poquitito de más de lo que mi cuerpo me pide, luego, me siento hinchada como si me hubiera comido una huerta entera (ya que soy vegetariana). También me pasa que no tolero demasiado los dulces. No soporto endulzar el té ni siquiera con miel, y a la mañana sólo como unas tostadas compradas porque me cae pesado el pan tostado por mí. Y en estos momentos ni siquiera le pongo mermelada, muy de vez en cuando unto con miel.
Cuando me sirvo en un plato lo que voy a comer, muchas veces, me parece tan poco que me sirvo más, sólo para después sentirme como un globo inflado. Por la mañana suelo tomar el desayuno dos horas después de que me levanto, para esperar a tener algo de hambre. A veces tengo hambre pero nada me viene bien, como si buscara llevar al estómago algo que sólo existe en mi mente.
Yo que siempre fui rechocolatera y nunca me gustó el chocolate amargo, ahora sólo puedo comer de esa clase, no como caramelos, ni otros chocolates, ni otras golosinas; no las soporto, es como que me dan un poco de asco. Mi método para saber si como algo o no es imaginarme que lo como y espero a ver que me dice el estómago. La respuesta es inmediata: pesadez (no) o liviandad (si). Me ha pasado que sin tener hambre mi mente me pedía masticar algo crocante. He oído por allí que la mente pide ese sonido que se ha acostumbrado a escuchar por lo menos una vez al día. Por suerte eso ya no me pasa, era un poco incómodo.
Por las noches es común que me vaya a lo que llamo la “Discoteca Angelical”. Según mi marido muevo constantemente las piernas y salto como si me hubiera asustado. Cuando me despierto a mitad de esas noches puedo escuchar y sentir mi cuerpo como vibra, es el mismo ruido que hace un cable de alta tensión.
La necesidad de hacer el amor también ha bajado, esta es toda una cuestión para explicar a las parejas en la que uno de los dos no hace sungazing, qué es lo que está sucediendo. Por causalidad tengo una pareja que me comprende, también ha avanzado por otros caminos y por eso podemos seguir juntos. Se necesita mucha comprensión por parte de las personas que están más cerca nuestro, así la vida es mucho más tranquila.
En fin... los cambios en el cuerpo son muchísimos. Jamás he ido al médico porque ya sabía lo que estaba pasando, además uno se da cuenta de que los dolores y las molestias son distintos. Es como que nos afectan pero no nos afectan, como que uno sabe que están pero no son parte de nosotros, son como puntos. Muchas veces nos sentimos mal porque nos duele algo, ahora si duele algo uno no se siente mal y dice: —¡Me siento bien, sólo tengo dolor de estómago, o de cabeza! —. Algo un poco raro hasta que te acostumbras.
Antes me comunicaba con mi Yo Real/Conciencia Superior, ahora me comunico con todo mi grupo de luz y es fascinante saber que ellos son Yo y Yo soy ellos.
Bueno por ahora esto es todo lo que me acuerdo. Cuando finalice esta tercera etapa le diré más. Por lo pronto les cuento que es como si me hubiera tirado por una ventana y hubiera caído en un campo de nubes de algodón. Por ahora parece ser que me merezco un descanso mientras continúo con la práctica.
Besos de LUZAMOR para todos.
Alejandra Galli